Por una buena salud mental:
Expresar lo que sentimos y pensamos es muy importante para mantener el bienestar de nuestra salud mental, pero ¿cómo expresamos lo que sentimos y lo que pensamos?. Para esto, es recomendable atender conscientemente a lo que rodea nuestros pensamientos y las razones porqué experimentamos las emociones que vamos presentando en nuestro día a día.
A menudo podríamos convivir situaciones en las cuales sintamos algún tipo de desagrado, tal vez sea algo personal o puede que influya alguna persona en ello. Pero cuando se nos presenta un momento conflictivo ¿qué hacemos? ¿cómo actuamos? ¿qué sentimos? y ¿qué pensamos? Lo más prudente sería detenerse a pensar antes de actuar; pensar en nosotros mismos, en lo que sentimos respecto a esa situación, lo que nos genera, y proponer mentalmente formas de resolver la situación. Esto nos hace pensar en los otros, quienes nos rodean, para analizar el impacto que tenemos sobre ellos y a su vez el impacto que ellos tienen sobre nosotros.
A todo esto, queremos añadir una de las maneras que promovemos en la institución educativa a diario para generar esta introspección. Se refiere a la oración, cuando dedicamos un momento especial para concentrarnos en nuestra relación con Dios, hablando con Él sobre lo que nos ocurre, sobre lo que sentimos, lo que nos sobrepasa y lo que quisiéramos o debiéramos hacer.
Como quien confía un valioso secreto a un buen amigo, así tenemos un gran tesoro en nuestras vidas, que consiste en esa maravillosa forma de comunicarnos con Dios, sin prejuicios, con franqueza, expresando lo que nos embarga, dejando todas nuestras cargas en sus manos, agradeciendo por su favor y su respuesta, finalmente podremos sentir su consuelo y su orientación para seguir adelante, con la fe de que Él nos acompaña.
Podemos orar por lo que deseemos, así como existen tantas conversaciones posibles cuando amamos a alguien y confiamos en esa persona, pero mejor aún porque al hablar con Dios, sobre todo lo que queramos, vamos a sentir que Él nos ama y nos responde.
En estos tiempos de crisis les proponemos que cada uno busque un lugar cómodo para orar contándole a Dios lo que ha vivido, lo que le pasa, lo que siente y lo que es una carga emocional para su vida, lo que planea hacer y dar gracias por lo que Dios hará, Él obrará a nuestro favor.
Su palabra nos alienta: “Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.” Hebreos 4:16 La Biblia versión NVI
También podemos orar por nuestros seres queridos, pidiendo paz para sus vidas y dando gracias porque Dios los protege, porque les da su amor. Oremos con fe en que Dios les dará su amor.
Demos gracias por las autoridades, por los docentes, por los trabajadores del sistema de salud y de emergencias, porque están capacitados para servir; y pidamos a Dios que los proteja para seguir llevando adelante su valiosa labor.
Roguemos por las personas vulnerables, para que de Dios sea su amparo y auxilio. Así mismo, pidamos que Dios provea y supla las necesidades de quienes se encuentran desempleados.
Finalmente, recordemos a los enfermos, confiando en la promesa del Señor:
“Dios sanó las heridas de los que habían perdido toda esperanza.” Salmos 147: 3 La Biblia versión TLA
“Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad.” Jeremías 33: 6 La Biblia versión NVI
Practiquemos la oración a diario, dediquemos un momento especial para hablar con Dios, dándole la oportunidad para que Él entre en nuestras vidas y seamos transformados por su amor.
Kenat Pietrantonio